Kilos de mes en el embarazo

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La obesidad durante el embarazo es una situación riesgosa para la mujer, ya que puede provocar complicaciones tanto en su salud como en el bebé. Problemas tales como la retención de líquidos causada por un aumento en la presión arterial y la diabetes gestacional (cuando la embarazada no puede mantener niveles normales de azúcar en sangre), pueden evitarse si se lleva una dieta adecuada y no se aumenta más peos que el necesario en el embarazo.

Además, de aumentar la probabilidad de necesitar una cesárea en el momento del parto, los bebés de madres con obesidad tienen un mayor riesgo de sufrir defectos del tubo neural, como espina bífida, labio leporino o paladar hendido. Estudios recientes indican que la obesidad durante el embarazo podría predisponer al bebé a presentar obesidad más adelante en su vida.Sabiendo todo esto, mamá en la dulce espera ¿qué es lo mejor que puedes hacer?

Si piensas quedar embarazada pronto, primero evalúa tu peso con el médico. Si tienes exceso de peso, cambia tus hábitos de alimentación y empieza una rutina de ejercicios. Te sentirás muy bien, alcanzarás un peso adecuado y te prepararás para una de las etapas más importantes en tu vida.

Si ya estás embarazada y tienes exceso de peso, no debes tratar de perder peso. Si te sometes a una dieta restrictiva, privarías a tu bebé de nutrientes importantes y podrías impedir su desarrollo y crecimiento. Tu alimentación debe cumplir con tus necesidades nutricionales, por lo que es recomendable que tu nutricionista y tu médico controlen estrictamente el peso que ganas durante el embarazo.

Consume suficientes frutas y verduras (por lo menos 5 al día). Con esto tendrás un buen consumo de nutrientes necesarios para tu bebé.

Asegúrate de que la mayoría de los granos que consumas sean de granos enteros. Durante el embarazo, es común que presentes un poco de estreñimiento, y esto te ayudará a aliviarlo.

Consume leche y productos lácteos bajos en grasa.

Escoge cortes de carne magros y cocínalos sin grasa. Elimina la piel del pollo cuando la cocines.

Toma suficiente agua. Las mujeres necesitan más líquidos para muchas de las funciones de su cuerpo y las de su bebé.

Aumenta tu actividad física. La caminata o los ejercicios en el agua son adecuadas durante el embarazo. Mantenerte activa durante por lo menos 30 minutos al día ayudará a reducir el riesgo de complicaciones causadas por la obesidad. Asegúrate de consultar a tu médico antes de empezar cualquier rutina de ejercicios.

Después del parto, la lactancia materna no sólo es el alimento ideal para tu bebé, sino que te ayudará a que empieces a perder peso rápidamente. Las mujeres que dan lactancia materna necesitan aproximadamente 500 calorías diarias adicionales. Es importante no hacer dietas restrictivas durante este período tan importante. Recuerda que el embarazo es una de las etapas más importantes de tu vida y todos los esfuerzos que hagas por mejorar tus hábitos se reflejarán en tu salud y la de tu bebé.